Un
habitante de calle de 19 años de edad, identificado como Jorge Alexander Vargas
Lozano, fue judicializado por su presunta participación en el homicidio del
patrullero de la Policía Nacional Óscar Leonardo Guevara, cuyo cuerpo fue
encontrado con signos de tortura en una calle del sector de Chapinero, en el
centro de Bogotá, el pasado 21 de agosto del año en curso.
Durante
las audiencias concentradas cumplidas en el Complejo Judicial de Paloquemao, un
fiscal de la Unida de Vida de la Seccional Bogotá imputó al procesado los
delitos de homicidio agravado y hurto
calificado, y solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario, petición
que fue aceptada por el juez de control de garantías.
Los
testimonios recopilados indicarían que Vargas Lozano estuvo en el quinto piso
del edificio de la calle 61 con Avenida Caracas donde habría sido golpeado y
asesinado el patrullero Guevara, y lo responsabilizan de ser la persona que
supuestamente ayudó a bajar el cuerpo del uniformado para dejarlo abandonado en
vía pública.
Hasta
el momento hay dos personas capturas por el crimen del patrullero Óscar
Leonardo Guevara. Además de Jorge Alexander Vargas Lozano, también está
judicializado y con medida de aseguramiento en cárcel un ciudadano venezolano
conocido como ‘Caracas’ e identificado como Wilmer Alexander Acosta Rondón.
De
‘Caracas’ fueron obtenidas fotografías en las que aparece posando con la gorra
que perteneció al patrullero Guevara y hay elementos probatorios que lo
vincularían al hurto y traslado de la motocicleta del policía hasta un
parqueadero.
Las
investigaciones han permitido conocer que a las cuatro de la madrugada, el
patrullero Óscar Guevara presuntamente llegó al edificio en el que habría
ocurrido el homicidio y preguntó por una mujer. Algunos testigos señalaron que
los encargados de un expendio de droga que funcionaba en el quinto piso de la
edificación lo abordaron y al percatarse que era policía lo ataron de pies y
mano, y lo agredieron hasta causarle la muerte.
Al
parecer, los señalados delincuentes pretendían robarle un casco de motociclista
abatible con bluetooth, una pistola de fogueo, el teléfono celular y la
motocicleta en la se movilizaba el uniformado.
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